Opinión

El drama de la Permanente

MORENA tendrá que sentarse a negociar si desea aprobar más cambios constitucionales y eso va a modificar, para bien, el ambiente en el poder legislativo.
jueves, 19 de agosto de 2021 · 19:38

Hemos tenido días muy intensos en materia legislativa. Tanto algunas comisiones legislativas del Senado, como de la Cámara de Diputados y la propia Comisión Permanente, han sido escenario de duras batallas. Los argumentos van y vienen; las descalificaciones están en el orden del día; los gritos y acusaciones se lanzan y regresan como bumerán.

La manzana de la discordia en esta ocasión es la Ley de Revocación de Mandato, que le urge al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su partido MORENA, para evitar que el Instituto Nacional Electoral (INE), emita los lineamientos que regirán el proceso que culminará en marzo del próximo año. Por eso, MORENA y sus aliados Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista (PVEM) y Partido Encuentro Social (PES), se enfrascaron en una frenética carrera contra el tiempo.

El proceso inició de forma atropellada, como siempre lo hace MORENA. Su visión de la ley y de la figura jurídica es, ciertamente, diferente a la contenida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues se aleja de la revocación del mandato por pérdida de confianza y busca transformar dicha figura en una ratificación del mandato.

¿Hay diferencia entre la revocación y la ratificación? Sí, en el fondo y en la forma, pero el argumento de peso en este supuesto es que la Constitución prevé la revocación y no la ratificación, por lo que la propuesta de MORENA, aunque conviene más al presidente López Obrador, vulnera las disposiciones constitucionales.

En su loca carrera contra el INE, los senadores de MORENA y del PES aprobaron el dictamen de la ley en comisiones sin reparar en las demás propuestas, ni en las observaciones, críticas y mejoras que se han planteado sobre el tema. Como es la costumbre de este grupo mayoritario, son sordos y ciegos cuando se trata de dictaminar, a pesar de que el mundo les grite que lo que dictaminan es incorrecto, impráctico o incluso, inconstitucional.

Así, el miércoles, legisladores de MORENA plantearon directamente al Pleno de la Comisión Permanente discutir, como tema de urgente resolución, la convocatoria a un período extraordinario de sesiones de ambas Cámaras del Congreso de la Unión, a fin de aprobar esta ley, la Ley Orgánica de la Armada y la Ley Federal de Juicio Político y Declaración de Procedencia. Una vez que se emitió la votación, no se alcanzó la mayoría calificada y empezó la telenovela.

De una manera bizarra y bizantina, durante horas se discutió qué se debía hacer en este caso porque se requerían 23.33 votos para alcanzar la mayoría calificada y solo habían votado 23 en sentido aprobatorio; faltaba el .33. La práctica legislativa dicta que en estos casos se sube al siguiente voto, con lo que se rebasa el parámetro de la mayoría calificada y no hay duda de que sí se cumplió, pero MORENA insistía en que 23 votos era suficiente.

Al final, y luego de disparatadas reflexiones sobre si se podía partir un legislador en .33 o no, la cordura y el Reglamento del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos prevalecieron y se decretó que no se había alcanzado la mayoría absoluta y, por ende, no se aprobaba convocar a un periodo extraordinario de sesiones. Pero, el mismo miércoles, MORENA y sus aliados, aprobaron en la Primera Comisión de la Permanente, un dictamen para convocar al extraordinario y, de nuevo se llamó a sesión del Pleno de dicha Comisión.

Después de horas de discusiones, con 24 votos a favor y 13 en contra, de nueva cuenta no se alcanzó la mayoría calificada, pues al haber asistido todos los miembros de la Comisión, se requerían 25 votos. El resultado de esta montaña rusa legislativa fue la declaratoria formal de que no habrá un tercer periodo extraordinario de sesiones y, en consecuencia, la Ley de Revocación de Mandato tendrá que esperar al periodo ordinario que inicia en septiembre.

¿Es esta la primera gran derrota legislativa del presidente de la República, de MORENA y sus aliados, en esta segunda parte del sexenio? Me parece que sí y muestra el fracaso del cabildeo oficial y la falla de la aplanadora que habíamos visto en los últimos tres años.

¿Dónde estaba el senador Ricardo Monreal? Parece ser que estaba ocupado con la filtración de una iniciativa de su autoría, que propone la destitución de los consejeros del INE y de los magistrados del Tribunal Electoral, así como la desaparición de una gran parte de los diputados y senadores plurinominales.

Es claro que una vez que inicie el periodo ordinario, MORENA y sus aliados volverán a tener la mayoría suficiente para aprobar reformas legales, pero esta telenovela demostró que, sin el autodenominado bloque de contención (PAN-PRI-PRD-MC), no se aprobará reforma constitucional alguna y eso ya es una buena noticia. MORENA tendrá que sentarse a negociar si desea aprobar más cambios constitucionales y eso va a modificar, para bien, el ambiente en el poder legislativo.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @CLopezKramsky

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