Día Internacional del Merlot

De acuerdo con los calendarios y fiestas anuales del vino, el 7 de noviembre se celebrará el Día Internacional del Merlot. Así tal cual. Y qué mejor forma de conmemorar este día que escribiendo sobre esta uva tan interesante, de la cual, quiero contar un par de cosas. Empezaré por mi historia personal. Creo que en mi primer o segundo artículo dije que cuando era niño, un tío mío intentó explicarme la diferencia básica entre Cabernet Sauvignon y Merlot. Estábamos comprando vino para la cena de Navidad en mi natal estado de Durango. Pues bien, decía él que el Merlot era “más dulce” que el Cabernet Sauvignon y durante muchos años yo tuve esa idea. Conforme fue pasando el tiempo, descubrí que el Merlot no me gustaba (según yo) y en ese entonces, tampoco me gustaban los vinos hechos con Tempranillo. La realidad es que no tenía yo un marco de referencia y tampoco sabía bien las diferencias entre unos y otros. Hoy por hoy puedo decir que estas dos uvas producen vinos que son de mis favoritos, sin lugar a duda. ¿Qué cambió? Entre otras cosas, la región, el productor, la calidad del vino, pero sobretodo, mi entendimiento de estas cepas y el potencial que tienen. Ahora sé que lo que no me gustaba, era en realidad, que no entendía lo que estaba tomando y que tampoco se puede hacer una generalización basada en un vino en particular.

El Merlot es uno de los vinos más producidos en todo el mundo. Con acidez y cuerpo medio, es uno de los mejores vinos “de base”, es decir, que sirven para producir mezclas estupendas. Las más famosas son aquellas con Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, porque entre ellos, se encuentra un balance ideal. Ambas cepas combinan y resaltan lo mejor del Merlot y viceversa. Y vaya que es una uva controversial. Hay un episodio famoso en la película de “Sideways”, donde uno de los protagonistas, antes de una cena, afirma que jamás bebería Merlot y que si alguien lo pide, se iría de la cena. Algunos afirman que después de esa película y esa escena, las ventas de Merlot cayeron en Estados Unidos. Difícil saberlo, quizá hubo otros factores involucrados naturalmente, pero lo que es cierto es que la impresión ahí quedó. Lo paradójico de esa película es que uno de los vinos favoritos de ese mismo protagonista y que guarda con recelo para una ocasión especial está hecho mayoritariamente con Merlot, pues proviene de Saint-Emilion, en Bordeaux, donde el vino se caracteriza por estas mezclas, donde predomina el Merlot. La diferencia está en el estilo, la calidad, la producción, etc.

Por último, como dato curioso, uno de los vinos más caros del planeta (Petrus) y famosos por sus exorbitantes precios que en ocasiones llegan a sobrepasar los diez o quince mil dólares por cada botella, está hecho en su totalidad con Merlot.

En conclusión, el Merlot, como una de las cepas internacionales más reconocidas, mayormente plantadas y cuyos vinos son producidos en gran escala, tiene una variedad de reputaciones diferentes, dependiendo cada situación, de ofertas y de potencial. Como todo en la vida, lo importante es lo que uno hace con eso. Lo que queda claro es que no podemos dejar pasar el día sin tomar una copa de vino hecho con Merlot y celebrarle en su día. ¡Salud!

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @BeyondTheGrapes

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