Opinión

Credibilidad en duda

El episodio Lozoya lo único que ha traído para el actual gobierno es descrédito y un sinnúmero de problemas.
domingo, 17 de octubre de 2021 · 20:03

A punto de cumplirse los tres años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la credibilidad del gobierno de la 4T se encuentra en entredicho.

La publicación de las fotos del testigo estrella del actual gobierno, Emilio Lozoya, cenando tranquilamente en un restaurante de la Ciudad de México, vino a tirar por la borda el caso emblemático que, supuestamente, iba marcar un antes y un después, en la lucha contra la corrupción.

El golpe del escándalo provocado por estas imágenes pegó en el centro de la banda de flotación de la credibilidad y la autoridad moral del gobierno lopezobradorista y el accionar la Fiscalía General de la República (FGR), a cargo de Alejandro Gertz Manero.

La ola expansiva de indignación derribó, de un solo golpe, los esfuerzos de la 4T por demostrar que ahora sí se iría a fondo en el combate a la corrupción y la impunidad. Sin embargo, el episodio Lozoya lo único que ha traído para el actual gobierno es descrédito y un sinnúmero de problemas.

Los autoproclamados “diferentes” han salido iguales o peor que los anteriores gobiernos. Con el agravante de que, a la ola de indignación provocada por el cinismo de Emilio Lozoya, vino una reacción irracional y torpe de los defensores del habitante de Palacio Nacional.

Los simpatizantes del actual gobierno trataron de “justificar” la presencia de Lozoya en ese lugar, argumentando “malas intenciones” de la periodista que tomó las fotos y de los medios y espacios que ganó esa noticia en cuestión de horas.

El llamado control de daños resultó contraproducente pues evidenció el pésimo manejo del caso Lozoya por parte de las autoridades de la FGR y el desconocimiento total del titular de Ejecutivo Federal de una conducta irresponsable de este testigo colaborador de su administración.

El daño ya está hecho y tendrán que darse acciones contundentes y eficaces para tratar de recomponer el camino en materia de combate a la corrupción y la impunidad. Sobre todo, en momentos en los que México es visto como uno de los países del mundo donde la corrupción ha crecido en los últimos años.

El caso Lozoya ha sido tocado por la duda y difícilmente podrá ser explotado, como se pretendía, para ejemplificar que el combate a la corrupción en este sexenio va en serio.

Esto viene a sumarse a las diversas evidencias de las que han dado cuenta algunos medios de comunicación y organizaciones civiles, de supuestos actos de corrupción que tocan al círculo familiar del presidente López Obrador. Con ello, la credibilidad del proyecto de la 4T se encuentra en entredicho y en su peor momento.

No habrá distractores ni cortinas de humo que sean suficientes para borrar lo ocurrido. El affaire tiene ya un costo incalculable para la credibilidad del actual gobierno y su intención de mantenerse en el poder más allá del 2024.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @UZETASUM

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