Opinión

Fentanilo y la crisis de muertes por sobredosis

El fentanilo y el complejo escenario de crisis por muertes relacionadas a sobredosis.
domingo, 24 de enero de 2021 · 20:23

Durante la última década, el fentanilo se ha consolidado en los mercados ilícitos de drogas como un análogo y sustituto de otros opioides. En particular, drogas para uso médico sin prescripción como: la oxicodona o vicodin compradas en el mercado ilícito. Así como, para las drogas adquiridas con fines no médicos como la heroína o morfina. Aunado a esto, se suma a un complejo escenario de crisis por muertes relacionadas a sobredosis, las cuales hubo alrededor de 68 mil decesos en Estados Unidos durante 2018.   

Concretamente, el National Institute on Drug Abuse señaló en un reporte del año 2018 que desde 1999, se tiene detectado: un dramático incremento de muertes ocasionadas por sobre dosis de opioides. Por otro lado, en 2011 y 2012, el fentanilo estuvo involucrado en aproximadamente 1600 muertes por sobredosis de drogas y desde 2012 el número de muertes por sobredosis aumentaron a más del doble cada año, resultando alrededor de 18 000 decesos en 2016.

Siendo este asunto un problema serio de salud en América del norte, algunos especialistas, políticos, grupos de activistas y usuarios, han logrado establecer presión política y atención prioritaria a este tema, como la popularización y acceso libre para antídotos como el NARCAN, centros de inyección supervisado, políticas del buen samaritano; la cual consiste en llamar al 911 para reportar una sobredosis sin que esto acarré problemas legales y estrategias de reducción de daños, donde incluso este pasado 17 de diciembre el Centro para el Control de Enfermedades señaló en un documento, la recomendación al gobierno federal para establecer sistemas de testeo de drogas.

Política e intereses

Tanto los expresidentes Obama como Trump tomaron algunas medidas distintas para mitigar este problema. El primero, incluso fue acusado en un artículo del Washington Post de no tomar las medidas necesarias a pesar de contar con documentos técnicos y señalamientos particulares de expertos en salud pública. Dentro de estos señalamientos se menciona que, el gobierno de Obama no implementó controles estrictos en las aduanas para paquetes llegados de China o México y tampoco invirtió lo suficiente en programas de salud dirigidos a personas con desórdenes por consumo de opioides.

Por su parte, durante el gobierno de Donald Trump, en 2018 se declaró una crisis sanitaria relacionada a las muertes, se invirtieron cientos de dólares en campañas mediáticas de prevención (bastante cuestionables debido a su carga estigmatizante y simplista), se agregaron mayores controles a la prescripción y se impusieron medidas restrictivas para cesar la exportación de fentanilo por parte de China a EE.U.U.

Sin duda, este asunto se ha politizado durante las últimas dos elecciones estadounidenses. Además de las particularidades de cada región, la larga cooperación en materia de drogas entre México y Estados Unidos repercute de manera directa a nuestro país, pues los gobiernos locales y federales presionan para contener el tráfico ilícito de esta sustancia. Pongamos por caso, la donación de tres cromatógrafos en 2019 al Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses en el marco de la Iniciativa Mérida, para con ello detectar cargamentos con fentanilo, delegando la responsabilidad del consumo interno a México. Sin mencionar que, esta sustancia es altamente rentable en el mercado ilícito y grupos criminales bastante violentos han incursionado de manera exitosa en su tráfico y producción.

Por último, señalaría que pese a lo aquí escrito, el fentanilo es una sustancia que debe tener controles y <> no es dañina, depende del contexto, de la dosis y de su procedencia. Obedeciendo a su descripción simple, es un fuerte opioide sintético, y por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica. A veces también se usa para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico y durante la crisis de hospitalizaciones por coronavirus se ha utilizado para sedar durante el momento de la intubación. En este sentido, el fentanilo no es el problema, si no las políticas erráticas para su control.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @jonasartre

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