Por qué Xoco, el lugar en donde Mítikah taló decenas de árboles, es tan importante

jueves, 9 de mayo de 2019 · 08:00

Desde hace 10 años el megaproyecto Mítikah, de la desarrolladora Fibra Uno, que prometía convertirse en la construcción con la torre más alta de América Latina, llegó a la colonia Xoco, en la alcaldía Benito Juárez, para volverse un lastre contra el que los vecinos del lugar han protestado y organizado acciones legales a partir de ese momento.

La construcción se ha detenido en un par de ocasiones, antes de que trabajadores de Mítikah talaran 54 árboles en la calle Real de Mayorazgo. Por no contar con los requerimientos necesarios, se mantuvo suspendida durante tres años, aunque después continuaron con la primera fase de la construcción que incluía una torre residencial de lujo de 65 pisos, una plaza comercial, un hospital y una torre de 11 pisos de consultorios médicos.

El 19 de marzo, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), optó por de detener la construcción de la torre principal al determinar, de acuerdo con la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, que, "en términos de agua, de movilidad era suficiente lo que ya se estaba planteando para que todavía muchas más personas vivieran en este sitio”.

árboles talados Mitikah
Foto: Isaac Esquivel/Cuartoscuro.com

“Todo esto empezó hace como 10 años", contó una de las vecinas de Xoco a Pie de Página, "cuando era delegado Jorge Romero. Ellos dieron los permisos para la construcción de esas torres y de las otras siete City Towers que están sobre avenida Cuauhtémoc. Desde que empezaron a construirlas, en la zona se disparó el robo a casa habitación”.

"¡Xoco no se vende!", gritaron los vecinos durante una asamblea

Pero ¿qué hace que un sitio como Xoco en medio de Ciudad de México sea tan importante, además de los inconveniente que Mítikah ha provocado a los residentes de este lugar?

Junto a torre Mítikah, en 2018, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron vestigios de una aldea teotihuacana con mil 700 años de antigüedad de la que incluso, ya se tenía conocimiento desde 1977. En el lugar, se encontraron restos de personas de entre 30 y 50 años envueltos en fardos de telas, y de niños. Además de unos 230 mil fragmentos de cerámica pertenecientes a grupos teotihuacanos, toltecas, aztecas y coyotlatelcos.

Sin embargo, el arqueólogo del INAH Alberto Mena Cruz, informó que Fibra Uno se había comprometido a preservar los restos arqueológicos con la instalación de un corredor cultural.

Foto: Mauricio Marat/INAH.