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VIRAL: con Hilo de Twitter mujer cuenta como sufrió FRAUDE con su vestido de novia

Una usuaria de Twitter exhibió a un diseñador de modas y "amigo", quien le prometió tener listo su vestido de novia y nunca se lo entregó.
jueves, 15 de julio de 2021 · 12:09

Las amistades de años, por muy sólidas que sean, pueden terminar en un instante ante la falta de lealtad y malas acciones de parte de uno de los involucrados, tal como le sucedió a esta usuaria de Twitter que usó su cuenta para exponer el caso de fraude del que fue víctima por su propio amigo, quien se comprometió a diseñarle y entregarle un vestido de novia para su próxima boda, el cual llegó a sus manos tras un enorme retraso y en malas condiciones.

A través de un hilo en esta plataforma de social media la usuaria @pauliarevalos publicó un hilo en el cual describe cómo se dio el acercamiento con el diseñador, así como los pormenores que se suscitaron durante la larga espera.

Así fue el fraude del vestido de novia

El 12 de julio de este año dicha usuaria de Twitter contó cómo fue la lamentable situación que vivió con el diseñador y amigo que la defraudó.

En el hilo la joven dijo que el 15 d agosto del año pasado se comprometió en matrimonio, por lo que quería un vestido muy especial para la ocasión. Esto la llevó a contactar a un amigo y diseñador de modas Fernando Preda, radicado en Tulum a quien, confesó, admiraba mucho.

Al comunicarse con él y comentarle que quería que el se encargara de crear su vestido de novia, él dueño de la marca de ropa Anikena by Azulik, la cual se puede encontrar así en Instagram, por lo que el trato quedó cerrado el 27 de agosto de 2020.

El 8 de septiembre de ese año Fernando envía los primeros bocetos del vestido y le dijo que debía encargar las telas en una tienda ubicada en Nueva York; sin embargo, un par de días después el diseñador le comentó que lo ideal es que él se encarga de conseguir todo y aprovecha la ocasión para mandarle presupuesto, el cual ascendía a 2,780 dólares, mismos que depositaría en pagos diferidos mensuales. Ese mismo día pide un adelanto de 250 dólares.

Luego de esto 17 de septiembre le pido otros 800 dólares para adquirir mas material, a lo cual ella accedió de inmediato ante la emoción de pronto tener en sus manos el vestido. Para el 30 de septiembre le envía un boceto y le explica detalladamente en qué consiste.

Para el 1 de octubre Fernando vuelve a solicitar un adelanto de 800 dólares, mismos que le son transferidos. El 22 de octubre le manda un video con las supuestas telas que usará era su vestido y velo, este último lo cobró aparte por la cantidad de 700 dólares, más 300 dólares que pidió para el resto del vestido.

Le escribe nuevamente para decirle a Pau que el costo por el velo subió a 800 dólares, y además debe hacer una transferencia de 200 dólares que corresponden a la mensualidad.

Llegado el 6 de noviembre Fernando le escribe para decirle que el velo está casi terminado y que requiere de otros 600 dólares, pago que tiene que ser postergado porque la joven se quedó sin trabajo.

Tras un supuesto desfile que tuvo el diseñador, le escribe nuevamente para decirle que ahora sí trabajará "a full" para terminar a tiempo su vestido, el cual sería entregado a finales de año, cosa que no sucedió.

Después le manda una referencia del corset y le explica que llevara muchas varillas para un mejor soporte. 

El fin de año llegó, pero no su vestido de novia

Terminó el 2020 y Pau no recibió su vestido, lo cual comenzó a preocuparla, por lo que cada semana le escribía para saber lo que pasaba y si realmente había avances. Desde aquí el supuesto amigo de la novia solo le dio pretextos, pese a que para el 25 de enero ya le había casi liquidado el total del presupuesto, pues solo restaban 20 dólares.

Luego de una larga espera una amiga de Pau visita Tulum y ella aprovecha pata pedirle que pase por su vestido, por lo que le avisa al diseñador a quien le pide que lo meta en una caja y que cerciore de que va en buenas condiciones para que no se maltrate. Al regresar su amiga con el paquete se lleva una gran desilusión, ya que el envoltorio no solo venía manchado y en malas condiciones, sino también el vestido, el cual tenia machas de tinta, no era de su talla y no contenía una sola varilla. 

Aun con los reclamos de la futura esposa el diseñador no ofreció una sola disculpa y solo se escudó con comentarios injustificados. 

Dos días antes de su boda, Pau recurrió a un outlet y ahí encontró un vestido que no solo le quedó bien, sino que también le costó mucho menos que aquel que encargó y nunca usó poro antes mencionado.

Al final la boda de Pau se llevó a cabo y ella pudo lucir espectacular con su nuevo vestido de novia, no sin antes llevarse un muy mal sabor de boca por el fraude del cual fue víctima.