Opinión

A la espera de la justicia y la rendición de cuentas

Mientras no se informe claramente y sin proteger las aspiraciones políticas no habrá ni justicia, ni rendición de cuentas.
lunes, 14 de junio de 2021 · 16:03

La rendición de cuentas es un proceso más complejo que simplemente mostrar información en conferencias de prensa, o que pararse frente al legislativo a platicar sobre logros y fracasos. Rendir cuentas es informar, documentar, justificar, controlar y sancionar el poder, pero lo más importante, es que haya consecuencias.

Las consecuencias en la rendición de cuentas son confrontar el camino y hacer lo que sea necesario por reparar los errores y el daño que causo una mala decisión gubernamental. Cuando hablamos de decisiones favorables resulta muy sencillo, las consecuencias deberían ser ampliar la capacidad de la decisión, y eso a veces tampoco lo observamos.

El fin de semana se publicó en el New York Times (NYT) un reportaje que concluye que lo que ocasionó el accidente de la Línea 12 del Metro fueron errores en la construcción y el uso de pernos incorrectos, que fallaron de forma muy básica. Los periodistas arguyen que construyeron ese reportaje con semanas de trabajo con materiales audiovisuales y con entrevistas de especialistas.

Lo que se observa en el trabajo del NYT es una recolección de información y documentación en la que encontraron que por más de una década se habían reportado fallas en la línea. Línea que una vez inaugurada funcionó durante algún tiempo y luego fue cerrada de nuevo para que pudiera ser arreglada.

Aún así la línea sobrevivió al terremoto y a la incompetencia pública, pero los documentos públicos muestran una clara línea de tiempo y responsabilidad. Ahí es donde vamos a ver que tipo de consecuencias hay para los actores políticos involucrados.

En medio de esta pelea se le ha acusado a Claudia Sheinbaum de que filtró la información con la que se armó el reportaje del NYT, en respuesta se difundió que la madre de la jefa de gobierno está involucrada en Panamá Papers. Total, que hasta el presidente arguye que hay guerra sucia, cuando hay guerra interna.

De probarse que las fallas en la Línea 12 fueron en la construcción, estaríamos frente a una fuerte prueba para la 4T, porque este sería el momento de demostrar que realmente son distintos, que en este régimen sí hay consecuencias políticas frente a los actos de corrupción, discrecionalidad y fallas de gobierno.

Mientras tanto las familias de las víctimas del accidente han demandado en los Estados Unidos a las empresas encargadas de la construcción de la línea, esperando que haya un tipo de responsabilidad empresarial al respecto.

La petición de justicia es principalmente para las familias y después, para los habitantes de la Ciudad de México, para los mexicanos, para quienes creemos que la infraestructura pública es de todos y es un lugar seguro. El transporte público no es para los que no tienen auto, es para quienes buscan seguridad, ahorro, comodidad y conexión, es un derecho de todos.

Mientras no se informe claramente y sin proteger las aspiraciones políticas del canciller Ebrard o la jefa de gobierno Sheinbaum o del senador Mancera, no habrá ni justicia, ni rendición de cuentas, y si los protegen, no será más de lo mismo que juraron combatir. Serían, una vez más, más de lo mismo.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @P_Mancebo

 

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