Opinión

Glifosato y guerra contra las drogas

Además de los efectos negativos en el ambiente y en la salud que causa el uso de gilfosato en los plantíos de hoja de coca, robustece el régimen punitivo de guerra contra las drogas.
domingo, 18 de abril de 2021 · 21:52

Dentro de los múltiples efectos no deseados del régimen internacional de prohibición de drogas, se encuentra el modelo de erradicación forzada con pesticidas de cultivos ilícitos. En especial, la fumigación con glifosato de plantíos de hoja de coca en Colombia ha llamado la atención de la prensa y comunidad internacional debido a los efectos negativos a la salud humana y al medio ambiente ocasionados por los pesticidas empleados.

Pero ¿qué es el glifosato?  Y ¿cuál es su vínculo con el daño ambiental y la guerra contra las drogas? El glifosato, es un pesticida utilizado para el control de especies invasoras y plagas en zonas agrícolas y residenciales, manejo forestal y erradicación de cultivos el cual actúa mediante la pulverización de los productos orgánicos rociados. A partir del Plan Colombia desde finales de los años noventa, ha sido el pesticida mas empleado en la fumigación aérea.

Dentro del largo continuum de tensiones, avances y retrocesos en la flexibilización de las políticas de drogas locales y globales, existen distintas perspectivas sobre los efectos nocivos en la utilización de este pesticida.  Por ejemplo, en el año 2015 la Organización Mundial de la Salud declaró como “probablemente cancerígeno” al producto y aunque hay detractores de esta aseveración, existe evidencia de los daños a la salud en los seres vivos y al medio ambiente. En este sentido, el año 2015 el Concejo Nacional de Estupefacientes de Colombia declaró que se dejaría de utilizar el glifosato para la erradicación forzada de los cultivos de hoja de coca.

Daño ambiental y regreso a las fumigaciones

Un ejemplo mediático con implicaciones legales ha sido el caso del jardinero Dewayne Johnson, el cual debido a su contacto con un herbicida que contenía glifosato, más de la mitad de su cuerpo sufrió lesiones graves. Sin embargo, existen tensiones protagonizadas por una trama de fraudes científicos, conflictos de interés demandas millonarias y propaganda pagada por las principales fabricantes como Monsanto y Bayer.

Por lo que respecta al daño ambiental y los daños por su uso en la guerra contra las drogas, informes técnicos, científicos y de organizaciones no gubernamentales, señalan que la fumigación aérea destruye los cultivos que no son ilícitos, así como degradar las fuentes de agua y también puede causar la muerte de animales del entorno como insectos o aves polinizadoras. Aunado a causar un impacto significativo sobre la salud de las poblaciones cercanas a las zonas de fumigación que abarcan daños dermatológicos y en las vías respiratorias con la posibilidad de desarrollar cáncer.

Sin embargo, a pesar de las evidencias y de la cancelación de las fumigaciones en 2015, la actual administración colombiana ha anunciado que, desde la tercera semana de abril de 2021 se volverán a las fumigaciones aéreas. Cuestión que ha encendido las alertas internacionales por el retorno de prácticas punitivas que son dañinas al medio ambiente y a la salud. Ya que, en lugar de fortalecer los objetivos originales del régimen de control de drogas, como proteger la salud pública, garantizar el acceso a los medicamentos esenciales y fiscalizarlos, este tipo de medidas suelen causar mas daños, además de robustecer el régimen punitivo de guerra contra las drogas basado en estrategias militares y penalización desproporcionada en los sistemas penales.  

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @jonasartre

 

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