Opinión

A la mitad

Por desgracia, en estos tres años de gobierno de López Obrador el resultado que más salta a la vista es que México es un país partido a la mitad.
domingo, 31 de octubre de 2021 · 22:44

En estos días se cumplen 3 años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Nos encontramos exactamente a la mitad del camino del gobierno de la llamada Cuarta Transformación o 4T, y los cambios propuestos desde la campaña del aspirante morenista simplemente no llegan.

El gobierno de López Obrador se ha caracterizado por una permanente confrontación con todos aquellas personas, grupos o sectores que, desde el muy particular punto de vista del habitante de Palacio Nacional, representan o pueden representar un obstáculo a las acciones de su gobierno y a su proyecto transexenal.

El echar culpas a las administraciones pasadas ha sido también parte de la verborrea cotidiana desde las conferencias mañaneras. El tabasqueño se ha empeñado en usar el atril de ese espacio para sentar agenda, dar órdenes y atacar, pero también para distraer a la opinión pública de los temas relevantes y urgentes.

El truco ya ha sido descubierto por todos, lo que ha provocado un mayor encono el presidente. A la mitad del camino los cambios no llegan y las formas añejas que ha utilizado su gobierno para manejar los recursos públicos nos recuerdan más al presidente Luis Echeverría.

La centralización del poder y la cosa pública, utilizando la mayoría morenista en el Congreso sirvieron muy bien a López Obrador en la primera parte de su gobierno. Pero las elecciones de pasado 6 de junio nos demostraron que no todos los mexicanos estamos de acuerdo con su gobierno. Los rasgos autoritarios y las exhibiciones de corrupción y malos manejos de gente cercana a Palacio Nacional han demeritado la credibilidad de la palabra presidencial.

Si bien AMLO mantiene un índice de aprobación bastante bueno, la declinación de su popularidad en la segunda mitad de su gobierno parece imparable. Las magnas obras como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, le han representado más dolores de cabeza a la 4T, ya que en ellas se exhibe inexperiencia, incapacidad y malos manejos.

El tiempo sigue su marcha y la frustración del inquilino de Palacio Nacional crece día con día ante los magros o nulos resultados en distintos rubros. Por ello, en las conferencias mañaneras, el presidente ha tenido que echar mano de otros temas, menos relevantes, pero polémicos, que distraigan al gran público de su mala administración.

Y mientras tanto, el 2024 asoma en el horizonte como la fecha fatal en la cual se definirá el futuro del país. En este ambiente de polarización los mexicanos vemos con preocupación que la división y los enconos crecen en forma acelerada.

Por desgracia, en estos tres años de gobierno de López Obrador el resultado que más salta a la vista es que México es un país partido a la mitad.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @UZETASUM

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