Opinión

El arte durante la toma de posesión de Joe Biden: producción, música, pintura y poesía

¿Cuál fue el simbolismo en la ceremonia de toma de protesta de Joe Biden, presidente de EU?
viernes, 22 de enero de 2021 · 14:52

Estados Unidos ha vivido días, meses intensos. La ceremonia de toma de protesta del nuevo presidente generó expectativa respecto al contexto político, pues recibe un país dividido y apaleado, no sólo ideológicamente, sino a nivel de espíritu y fé.

El nacionalismo, el orgullo patriótico que siempre hemos visto reflejado en la sociedad norteamericana sufrió una fractura. Líderes en el uso del soft power, siempre han llevado a cada rincón del mundo a través de cine, música y otras formas de discurso sin discurso, esta sensación de heroísmo, orgullo, unidad y capacidad de anteponer el interés del país ante todo.

Hay quienes demeritan la “pompa y circunstancia” de este tipo de eventos y todo lo que los rodea; sin embargo, yo me cuestiono ¿qué sería de la investidura sin todo lo que la construye en el imaginario? El simbolismo detrás, sin duda genera en quien ejerce el poder la sensación de fuerza y autoridad, pero también de responsabilidad y compromiso para con sus representados.

En sus distintos discursos Biden hace evidente que sabe que se necesita hacer un trabajo no sólo en la implementación de políticas públicas y acciones de gobierno, sino en sus propias palabras de “...devolver el alma a América…

El espacio en este lugar es limitado para la cantidad de detalles que pude enlistar, pero consideraría que para todos aquellos dedicados a la comunicación en cualquiera de sus formas, ver los eventos de este día, es un deleite. Y a quienes no se dediquen a ello, más allá de la política norteamericana, es un buen show que les garantizo les moverá los sentimientos. Aquí les dejo una probadita de lo que considero mis puntos favoritos.

Producción

Una noche antes de que jurara ante su país, el National Mall de Washington se llenó con cerca de 200,000 banderas y 56 pilares de luz que según los organizadores buscó representar el lema de la inauguración “América Unida”. No hubo un público multitudinario como suele ocurrir, los ciudadanos fueron representados por luces y banderas ondeando en tomas perfectas.

Como en toda ceremonia los símbolos importan, la producción tuvo detalles que no sólo forman parte del espectáculo, sino que buscaron abrazar el discurso del nuevo presidente: la unidad sanadora desde la diversidad y la diferencia.

Producir es una forma de arte que logra transformar ideas y sentimientos en actos y símbolos, y así lo hizo el equipo cercano a Biden. El programa entero fue una serie de bombas concatenadas, cargadas de emoción y mensajes positivos, que evidentemente iban dirigidas a nutrir el alma de sus ciudadanos con esperanza y un intento de reparar las grietas que durante 4 años se hicieron más profundas y evidentes que nunca.

Podemos maravillarnos con Amanda Gorman recitando, Yolanda Adams cantando de forma sublime Hallelujah en el Lincoln Memorial o emocionarnos con el cierre de Katy Perry en medio de fuegos artificiales, pero nada habría sido igual sin aquellos que curaron el programa, le dieron forma y diseñaron la iluminación y tiempo perfecto para emocionarnos a través de la pantalla.

Los detalles abundan. Desde la elección del jefe de escoltas de Biden, un elemento de rasgos asiáticos que apareció en la mayoría de las tomas, la inclusión del policía afroamericano que fue celebrado por defender el Capitolio en días anteriores, pues fue quien escoltó a Kamala Harrys durante la toma de posesión. La selección de los diseñadores de moda de la esposa de Jill Biden, así como de la vicepresidenta. O militares marchando usando tapabocas.

La magia de la agenda confeccionada con el detalle de una bordadora, tiene un ritmo perfecto que permitió al espectador pasar por emociones de incómoda realidad, esperanza, unidad, duelo, hasta llegar a una especie de infusión de vitaminas para el alma.

Música

El himno nacional fue interpretado por Lady Gaga, quien cantó con profundo sentimiento, mientras empuñaba un micrófono dorado y lucía un broche gigante de una paloma de la paz. La elección de la intérprete, me pareció estratégica, si bien fue un agradecimiento a su apoyo durante la campaña, Lady Gaga ha formado parte de un movimiento que ha visibilizado a las minorías, lo cual considero tiene un mensaje poderoso.

En tanto Jenifer López cantó  America the Beautiful y This Land Is Your Land representando a la comunidad latina. Ésta última canción, es una elección inteligente, pues suele ser la típica que cantan los niños en edad escolar en diversos festivales relacionados con fiestas nacionales de aquel país, como Thanksgiving, y de alguna manera a todos nos toca aquello que nos refiere a la infancia ¿o no?.

Yolanda Adams llegó a fibras que te hacen llorar profundo. Y fue el marco que cerró las palabras de duelo de Biden y Harris, donde reconocieron que a veces recordar es duro, pero para sanar es necesario. El perfecto atardecer frente al reflejo del espejo de agua del Lincoln Memorial me hizo sentir un nudo en la garganta, mientras se intercalaban escenas de edificios emblemáticos de cada estado y territorio del país a manera de homenaje a las víctimas del COVID.

Una selección de artistas como Bon Jovi y Bruce Springsteen, Foo  Fighters o Luis Fonsi y Ozuna. Rock, folk, pop o  Yo-Yo Ma tocando Amazing Grace.  Pero ninguno fue mera elección para garantizar audiencias, pues las canciones elegidas, los escenarios y grupos raciales, sociales e incluso generacionales que cada uno representó hace evidente un esfuerzo consciente y con propósito.

El cierre de Katy Perry cantando Firework fue digno de una ceremonia de Juegos Olímpicos o Súper Bowl. Una canción que empieza diciendo “a la deriva en el viento / con ganas de empezar de nuevo…”, y cuya letra fue inspirada por el escritor Jack Kerouac, uno de los principales representantes de la generación Beat en Estados Unidos.

Las tomas perfectas que entraban sincronizadas con la cara de emoción de Kamala y su esposo, así como de la nueva pareja presidencial asomada desde el balcón de la Casa Blanca admirando los fuegos artificiales, fue emocionante y suficiente para cargar de energía positiva a todos quienes seguimos la transmisión.

Pintura

La tradición norteamericana dicta que dentro de los actos protocolarios, el primer mandatario recibe regalos de los congresistas. La primera elección fue una pintura que data de 1859 del artista Robert S. Duncanson, titulada “Paisaje con arcoíris”. El autor fue un afroamericano que consiguió hacerse famoso durante la Guerra Civil, una señal sutil de la búsqueda de la esperanza (el arcoíris), en medio de una nueva era de gobierno con un enfoque mayormente multicultural (la selección del autor).

Poesía

La Cura de Troya, de Heaney, ha sido citado muchas veces por Biden, y esta vez fue recitado por Lin-Manuel Miranda durante el programa de celebración emitido en la noche. Un poema que habla de esperanza a partir de la cura y aceptación del dolor pasado.

Otra elección simbólica fue la aparición de Amanda Gorman. Joven, mujer, afroamericana, de clase media, con problemas de habla cuando niña, un desorden de procesamiento auditivo e hipersensibilidad al sonido. Pero también  socióloga de Harvard, primera persona en ser nombrada Poeta Juvenil Laureada a nivel Nacional que demuestra que hay un camino de posibilidades. Su arte y activismo se centran en temas de opresión, feminismo, raza y marginación, así como en la diáspora africana.

Amanda ha dicho que buscará la presidencia hacia 2036, y leyó un poema durante el primer evento de Biden en donde nos enfrentó a la realidad de la acidez que nos hace crecer en toda circunstancia, y donde enfrentarla es fundamental para seguir adelante.

Con voz determinante preguntó: “¿Dónde podemos encontrar luz/en esta oscuridad sin fin?”. Respuesta que ofreció a través  del poema “The Hill We Climb” (La montaña que escalamos), donde hay una relación entre esfuerzo y trascendencia.

Ataviada en un espectacular abrigo amarillo, llevó aretes y un anillo de un pájaro en una jaula, un homenaje al clásico libro Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado. Y su imagen atiborró las redes sociales con el hashtag” #BlackGirlMagic en Twitter.

Su presentación ofreció una versión más espiritual y artística de lo que Biden mismo señaló “...todo estará peor antes de poder estar bien…” Una dosis de realidad quizá tratando de evitar un optimismo que sin fundamento haga agua en el barco antes de llegar al puerto.

Los símbolos sensibilizan  y acercan, buscan los puntos comunes, y son útiles en cualquier técnica no sólo de discurso, sino de negociación. Durante la agenda planeada para el primer día en el gobierno de Joe Biden, fue evidente la cargada de poderosos  mensajes a través de música, pintura, poesía y producción de un evento que claramente buscó mover almas, y que al menos a mí me emocionó, por decir lo menos (y eso que yo ni soy ciudadana de aquel país).

Veremos qué sigue para nuestro país vecino, por lo pronto se agradece un espectáculo que alimenta el alma en medio de tiempos difíciles.

*Podrán encontrar en la playlist de Gluc en Spotify la música que inspiró este día tan importante en la política mundial ( )

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @sylvanalm

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