Primera escuela gratuita y laica en Mérida

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“La educación de la mujer es el único medio de conseguir la felicidad de la gran familia humana”, Rita Cetina.

En vísperas del panorama mundial por la pandemia y próximo ciclo escolar en México, donde hasta el momento las clases presenciales no son la mejor opción, por lo que se le dará paso a las ya conocidas sesiones virtuales que han prevalecido desde hace cinco meses, hoy regresamos a la historia para conocer el comienzo de la primera escuela gratuita y laica en Mérida, Yucatán.

La mujer que se preocupó por la educación de las mujeres en Mérida fue Rita Cetina Gutiérrez, en su niñez presenció la Guerra de Castas, periodo en el que ella tuvo que recibir su educación escolar en casa o en escuelas particulares para señoritas, en las que asistían únicamente las hijas de familias posicionadas.

En el año de 1870, Rita Cetina era editora responsable en un periódico de su natal Mérida, en ese tiempo fue apoyada por otras mujeres para fundar la primera escuela secundaria gratuita y laica en la ciudad, misma que se mantuvo con las ventas del periódico, ambos llevaban el nombre de “La Siempre Viva”.

La escuela pública secundaria “La Siempre Viva”, comenzó matriculando a 60 estudiantes, que se incorporaron al programa educativo que tenía en su tira de materias, escritura, lectura, gramática, aritmética y costura en el nivel básico, mientras que para el nivel superior las materias eran geografía, geometría, astronomía, derecho constitucional, oratoria y música.

Al poco tiempo, en 1877 llamaron la atención de las autoridades, nombrando a Rita Cetina Gutiérrez como directora del Instituto Literario de Niñas. Para entonces “La Siempre Viva”, ya contaba con 218 estudiantes, en el año 1902 ya habían 550 alumnos, en este último periodo Rita, tuvo que retirarse por motivos de salud caracterizándose por apoyar la igualdad de género y la educación para las mujeres, principalmente para aquellas niñas que no tenían recursos para asistir a una escuela privada. Rita Cetina, falleció en Campeche a los 65 años de edad.

Reverso

En tiempos de crisis por la pandemia que ha golpeado a diversos sectores de las naciones, en México también se debería pensar en cómo se darán las clases para todos aquellos estudiantes que viven en comunidades rurales, pues 14 millones de personas no tienen acceso a un televisor de acuerdo con el IFT. ¿Además de las acciones comerciales de las televisoras, qué pasará con este porcentaje de estudiantes?

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